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Desde mi experiencia y punto de vista, muchas tareas de inspección de redes de gasoductos pueden llevarse a cabo con la aplicación de conocimientos básicos y sobre todo, la lógica en la detección de fugas de gas.
Por ejemplo, recuerdo una visita a China, donde presentamos por primera vez nuestra gama de dispositivos a un importante operador de redes de gas.
Como es habitual en nosotros, también aclaramos previamente con los numerosos oyentes de mandos intermedios e ingenieros de gasoductos, el procedimiento actual de inspección de redes de gasoductos.
Práctica habitual en la inspección de tuberías de gas
Como es práctica habitual en muchas ciudades, aquí se llevó a cabo una especie de prelocalización mediante un gran número de dispositivos de medición de LEL en pozos e instalaciones.
El personal implicado no suele tener una formación tan amplia como es habitual en nuestra empresa. En consecuencia, en un segundo paso se recurre a un «experto» mejor formado para que evalúe el entorno y las lecturas e intente localizar una fuga de gas.
A continuación, presenté y recomendé el uso de dispositivos de medición de alta sensibilidad en el rango de ppm con sondas especializadas, como se recomienda y es bastante habitual en Alemania. Uno de los directivos se opuso rotundamente y aludió al éxito de la utilización de dispositivos de medición de LEL.
Otras presentaciones y reuniones no tuvieron demasiado éxito.
El uso de la lógica en la detección de fugas de gas: caso práctico
Cuando nos despedimos, un ingeniero de la red de tuberías nos dijo que en ese momento tenían una avería que llevaba causando problemas unas dos semanas y si estaríamos interesados en ayudarles.
Aceptamos y nos dirigimos al centro de la ciudad, donde nos explicaron la situación. En el centro de la ciudad, una zona montañosa y densamente urbanizada, había un desagüe pluvial en una zanja frente al aparcamiento subterráneo de un banco. En este desagüe pudimos medir alrededor de un 20% de LEL y también había gas en el aparcamiento subterráneo.
El tipo de gas distribuido era, para mi consternación, una mezcla de gas líquido que se sabe que es mucho más pesado que el aire.
Todos los dispositivos, incluido el nuestro, estaban calibrados para metano. Primero expliqué que entonces las lecturas serían demasiado bajas y que el LEL para el GLP estaría muy por debajo del 2% y que estaríamos cerca del LEL en el desagüe de la lluvia. No se aseguró nada; no se colocaron señales de advertencia. Una barrera integral y la instalación de señales de advertencia fue lo primero que recomendé.
El desenlace
La empresa tenía previsto realizar una excavación importante en el desagüe pluvial para dejar al descubierto la tubería de gas.
Explicamos que el gas pesado se desplazaría hacia abajo en el terreno accidentado y propusimos medir en el rango de ppm con nuestros aparatos. Esto se hizo a lo largo del trazado de la tubería y pudimos detectar gas en las juntas, o tras utilizar destornilladores para hacer pequeños agujeros en las juntas, a unos 25 m de la colina.
Con nuestras herramientas, ésta era la posición más alta para la detección del gas pesado. Recomendamos excavar inmediatamente y tuvimos que despedirnos para ir al aeropuerto.
Al cabo de dos días, nuestra persona de contacto nos llamó como habíamos acordado y nos informó de que el encargado había insistido en excavar en el canalón y que subían lentamente los 25 m hasta la cima. Allí, aproximadamente en la posición que habíamos indicado, se encontró la fuga.
Nuestra recomendación aplicando la lógica en la detección de fugas de gas
Sólo utilizando la lógica y siguiendo las recomendaciones de las directrices alemanas DVGW G 465-3 (M) fue posible llevar a cabo una localización satisfactoria. El apartado 6 se refiere a los factores que influyen en la propagación del gas, como la densidad del gas combustible, la impermeabilidad de la superficie, el tipo de suelo, el recubrimiento de la tubería, las trayectorias de fluencia del gas en el suelo, la inclinación de la tubería y muchos más.
Tal y como se describe en el apartado 6.5 «Inclinación de la tubería», se aplica lo siguiente: «En el caso de tuberías ascendentes, suele aplicarse que para gases con una densidad relativa d < 1 (gases ligeros), la zona del hallazgo se propaga por la pendiente».
Estas recomendaciones son realmente útiles en la práctica y nos ayudan en el día a día.
Cabe mencionar que la concentración de gas en ppm se pudo detectar sin problemas tanto con el GOLIATH como con el dispositivo de medición manual SIGI.